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La cultura El Argar

No quería ser víctima de ningún fatalismo sino protagonista absoluta de su destino, Hoy conocemos un poco más de la cultura de Almería está plagada de importantes yacimientos arqueológicos y restos de civilizaciones y culturas pasadas.

Cuando los romanos llegaron a Egipto, las pirámides llevaban mas de dos mil años construidas. Y ahí han quedado como testigos pétreos de una época en la que el mundo era joven. Aquellos primeros constructores miraban al sol como un elemento mágico y a la vez ordenador del mundo y de todo un modelo de sociedad. Y cuando el sol se ponía, la noche y las estrellas ocupaban el cielo, como señales luminosas en mapas que muy pocos sabían leer.

Pero hacia allí. Hacia el sol poniente. Hacia el oeste. Otra sociedad comenzaba una aventura que supuso un avance político que muy pocos conocen hoy. Puede ser que esa cultura no elevara grandes monumentos que tocaran el cielo, y por eso pasó inadvertida hasta que en el siglo XIX dos ingenieros belgas empezaron a descubrir que una parte importante del sudeste español había sido habitado por grupos humanos que habían dado un salto cualitativo en sus estructuras sociales y políticas.

Los miembros de esta cultura no nos dejaron fuentes escritas. Poco sabemos de sus nombres. No conocemos sus leyendas o sus tradiciones orales que seguramente y siguiendo esa costumbre tan ancestral, se transmitirían en las claras noches de verano, a la luz de hogueras que tililaban con la suave brisa del Mediterráneo.

No conocemos sus pasiones, ni que les gustaba comer, o en que dedicaban su tiempo libre. Pero si algo ha caracterizado a los humanos siempre ha sido la esperanza. Y la principal esperanza es la de un mundo mejor después de éste. Y es que el ser humano sabe, y supo desde mucho tiempo atrás que la vida era un ciclo con principio y fin. Y de todas las formas posibles hemos intentado que ese fin no fuera mas que otro principio. Y los componentes de la cultura argárica no fueron ajenos a estos sentimientos. Por eso sus ritos funerarios marcaron la diferencia con otras culturas de la península ibérica, y por ende de todo el occidente europeo.

 

EL ARGAR Almeria

También sabemos de ellos, que se alejaron del esquema circular de la vivienda simplona de muchos grupos sociales, y establecieron sus viviendas con formas rectangulares y trapezoidales, y que éstas eran dispuestas sobre terrazas artificiales con fines claramente defensivos. La cultura del Argar no quería ser víctima de ningún fatalismo sino protagonista absoluta de su destino. En sus ajuares funerarios proliferan las armas como prueba irrefutable de su carácter guerrero, y en aquellos podemos ver también las diferencias sociales ya que algunos son mas prolijos que otros.

 

cultura argarica de almeria

Lo sorprendente de esta cultura es que por vez primera nos encontramos en España con una cultura con un alto grado de desarrollo político, hasta el punto que muchos consideran la cultura argárica como el primer estado europeo. Si a esto unimos, que en uno de los principales yacimientos de esta cultura aparecen los restos del que pudo ser el primer parlamento de la vieja Europa, aún se refuerza más esta tesis.

Buscaban sus asentamientos, no al azar, sino en entornos bien provistos de los recursos que ellos necesitaban. Estamos en la Edad del Bronce, y por eso mismo, a los recursos ganaderos y agrarios, se unen los intereses mineros, necesarios para el desarrollo de su tecnología armamentística, y de su orfebrería. Buscaban zonas arcillosas por otro lado, para el desarrollo de su alfarería, y como en el resto de sociedades primitivas valoraban las zonas ricas en madera y caza. Por otro lado, sus ciudades, se alzan sobre cerros y alturas desde los que dominar las tierras circundantes, y sus viviendas se alinean sobre las terrazas naturales, a veces, artificiales, otras, y el exterior de los poblados esta bien cerrado con murallas de carácter defensivo.

cultura argarica

Sus enterramientos son otra de las innovaciones que van a definir esta cultura, y nos podemos encontrar los enterramientos en ánfora, y los enterramientos en cista. Las cistas eran cavidades excavadas en el suelo, y limitada con lajas de pizarra o caliza, cubiertas con una piedra de los mismos materiales, donde se depositaba el cadáver.

Una de las respuesta que desconocemos, es el hecho de que los cadáveres descansen en posición fetal. ¿Economía de espacio o misticismo? La primera de las hipótesis, puede plantearse desde el punto y hora que los miembros de las sociedades argáricas enterraban a sus miembros bajo el piso de sus viviendas. Gracias a estos enterramientos es por lo que sabemos de esta cultura, ya que en ellos nos hemos encontrados con un rico ajuar que nos ha permitido saber de su orfebrería, alfarería, modas, tejidos, metalurgia, etc.

Estos enterramientos van evolucionando hasta llegar a convertirse, por el modo, el lugar y el ajuar, en un modo de diferenciación social, donde se deja entrever un esquema bastante clasista de la sociedad argárica

 

 

argar

 Enterramiento en Cista

 

cultura de Almería

Ajuar funerario de una tumba femenina

Una cultura que fue un antecedente claro de las posteriores, y de las que aún nos queda el principal enigma por resolver. ¿por qué y como desaparecieron?

Movimientos migratorios, desastres medioambientales, luchas intestinas…Todas las hipótesis se han barajado para entender el porque esta cultura desaparece hacia el 1500 o 1400 antes de Cristo. Pero después de esta fecha no existe continuidad. Quizás las claves las hayamos dado antes, sin saberlo.

Como hemos mencionado, era una sociedad que prestaba mucha atención a sus recursos. Recursos que ellos entendían desde una óptica paleo capitalista, como una fuente inagotable que había que transformar y en la que en los grandes enclaves humanos, se acopiaba un números excedente de materiales ya elaborados. El agotamiento por tanto, de estos recursos, pudo haber dado lugar a un colapso ecológico, que acabó con superficies arbóreas y yacimientos mineros. Fraguas que usaban ingentes cantidades de madera, quemas de bosques para convertirlos en pastos, y así, tener un mayor aprovechamiento ganadero, pudieron haber colaborado en la desertización de la región, unidos además a cambios climáticos que pudieron traer sequías y otros desastres naturales.

Pero lo cierto es que todo esto, no son mas que conjeturas. Lo que si nos ha quedado es una gran huella de su paso por la historia. Huella que no nos dirá jamás, que sueños tenían, a quien amaron, o que nombres les pusieron a sus hijos. No sabremos a quien rezaban ni que mitos o leyendas se contarían alrededor de las hogueras. Lo que si sabemos, es que consiguieron moldear su propio destino, y que fueron capaces de dominar la naturaleza hasta el punto que pudo ser la causa de su propia extinción. Un sueño, que duró casi un milenio. Un sueño que tuvo lugar entre el Mediterráneo y las cumbres nevadas de las sierras andaluzas, teniendo su centro en la prodigiosa provincia de Almería.

Si quieres ver el área de exposición permanente de El Argar Almería y lo relacionado con la cultura Argarica de Almería puedes visitar el Museo de Almeria